martes, 29 de septiembre de 2015

MARTES 13 DE CUALQUIER SEMANA DIARIA.



Podría decir que desde que ha decidido regresar todos los días son Viernes.
Que siempre tengo la oportunidad de echar a correr lo más lejos que me lleve su coche
o mi sueño
(contigo).


Quisiera que me enseñaran a rezar sólo para pedir que nunca se me escape, que pueda cuidar lo que un día alguien dejó escapar por preferir ser imbécil
porque no creo que exista otra razón que esa: imbécil si le dejas ir.

Y desde entonces sólo deseo que caiga la noche para dormir
pensando que al día siguiente despertaré de nuevo a su lado.
Pero se marcha una vez más.
Se marcha... y ni siquiera está mirando hacia atrás.

Quizá nunca debí ser fiel,
ni regalarle rosas en invierno junto a un café recién hecho.
Quizá sus caderas se habrían perdido por mí si no las hubiera acercado
tantas veces a las mías.

Creo que es Martes 13 de cualquier mes en cualquier año bisiesto
más que visto.

¿Pero tú dónde te escondes? Hace tiempo que no te encuentro.
Cargo el móvil todos los días al máximo y nunca se agota la batería
(por lo poco que me escribes).

Supongo que ya no piensas en mí
que te pasean por mejores prados que mis sábanas.
Y eso sí que es una putada más grande que ver vuestras fotos sonriendo

sin mí, contigo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario